¿New work – New life?

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En el marco del evento Leobener Logistik Sommer de este año, nos reunimos con Leonie Müller, Markus Tomaschitz y Christian Becskei para conversar sobre el fascinante tema “El mundo laboral del futuro”.

La digitalización y las nuevas teconologías abren nuevas posibilidades. Modifican el rol de los empleados en las empresas. El enfoque se orienta a actividades que aportan valor y al desarrollo del potencial de cada individuo. Ya no trabajamos para vivir, así como ya no vivimos para trabajar. Los límites entre la vida privada y la vida laboral se difuminan cada vez más.

Christian Becskei, Head of Human Resources de KNAPP Systemintegration GmbH, Leonie Müller, “nómada digital” y experta en “el nuevo estilo de trabajar“ y Markus Tomaschitz, Vice president Corporate Human Resources, AVL List GmbH (de izq. a der.)

¿Qué les depara el futuro a los empleados en el nuevo mundo laboral?

Leonie Müller: La digitalización será un factor más importante de lo que actualmente es. Así, el lugar de trabajo y el tiempo de trabajo serán más flexibles. En todo caso, el aspecto más importante seguirá siendo la comunicación personal.

¿Qué espera la joven generación de hoy de las empresas del futuro?

Leonie Müller: La posibilidad de ser flexible y móvil es una exigencia no solo de los jóvenes, sino también cada vez más de personas mayores. Asimismo, en todas las generaciones, el sentido y la pasión al realizar un trabajo se difunden como valores del mundo laboral. Con frecuencia se habla de la difuminación de la vida privada y la vida laboral y del equilibrio entre la vida personal y profesional. Para mí esto suena absurdo. Pues la mente y el cuerpo han sido siempre componentes del ser humano que interactúan entre sí. No existe un tiempo de trabajo que tampoco sea tiempo de vida. Al fin y al cabo, se trata de tiempo empleado razonablemente.

Leonie Müller cambió su departamento por un billete de tren por más de un año convirtiendo los vagones de ferrocarriles alemanes en su sala de estar.

¿Qué retos deberán enfrentar entonces los empresarios?

Markus Tomaschitz: Los empresarios harían bien en escuchar. Se trata de alcanzar los objetivos de los empleados y la empresa. Estos no deben ser contradictorios. El personal directivo juega en este aspecto un importante rol de puente. Las democratizaciones experimentarán un crecimiento: existirá personal directivo a tiempo limitado y también personal directivo elegido. El aspecto decisivo es escuchar al personal desde el inicio de su vida laboral. Ello exige un enorme esfuerzo por parte de los gestores. Un estilo directivo autoritario resulta fácil de aplicar, pero eso ya es parte del pasado. Los empresarios tendremos que brindar mucha más confianza.

¿Podría ofrecer un consejo práctico al personal directivo?

Markus Tomaschitz: Mi consejo es tratar de infundir confianza. Alejarse de la microgestión. Olvidarse de controlarlo todo y dictar normas. La regla de oro es “No hagas nada que dañe a tu empresa”. Nosotros en AVL hemos intentado por ejemplo eliminar una norma cada mes.

Christian Becskei: “Quien trata bien a su personal, cosechará su dedicación al trabajo”. Lo escuché por primera vez ya hace 15 años. Se trata de considerar al empleado en todas sus facetas. Poner atención en cómo se siente en una diversidad de aspectos. Preguntar acerca de sus necesidades, del sentido de sus objetivos. Y aquí se presenta el reto sobre todo para los superiores directos. Cada empleado también tiene necesidades personales y exigencias individuales. Lo que los empleados exigen de las empresas hoy en día es ajeno a todo lo tradicional. Se trata de una transformación en la manera de pensar de cada individuo, del personal directivo y también de los empleados. Las empresas deberán brindar la flexibilidad para abordar estos temas y convertirlos en realidad.

¿Cómo es posible implementar esto en la rutina laboral? ¿Se puede aplicar también con personal con otro estilo de liderazgo?

Christian Becskei: Las innovaciones van unidas a los cambios. Todos debemos transformarnos, también las empresas. Y todo aquel que se aferre a cosas que hace 30 años estaban en boga se encuentra tal vez en el lugar equivocado.

Markus Tomaschitz: La dirección de personal es el área empresarial más compleja. Las expectativas son enormemente altas. Nosotros, como europeos, no somos fáciles de dirigir. Ello está vinculado sobre todo a aspectos históricos y se basa en el cuestionamiento de las autoridades. Las personas exigen un ente de dirección, pero en la forma correcta: el superior debe tener una respuesta ante toda pregunta, ser perfecto, tener una competencia especializada, interesarse por sus empleados, escucharlos y dirigirlos. A ello se suma la carga de la actitud crítica ante el personal directivo. Ser personal directivo no es la más deseable de las posiciones. Muchos no lo desean en absoluto.

Markus Tomaschitz, ponente del Leobener Logistik Sommer 2019 con el tema “El nuevo y atractivo mundo laboral. ¿Qué le depara a la empresa?“

Si la dirección es tan exigente y muchos empleados rechazan esta posición, ¿hay una tendencia hacia las organizaciones autodirigidas?

Markus Tomaschitz: Nuestro deseo es creer que estos modelos funcionan. Sin embargo, en algún momento es necesario tomas decisiones. Entonces se recurre con frecuencia a los sistemas semiautoritarios.

Christian Becskei: El método caótico no contribuye a alcanzar el objetivo. Tal vez esto sea posible en pequeñas empresas, ya que su estructura se basa en personas. Al aumentar la magnitud de la empresa, ya no es posible conservar esta metodología. En este caso, se deberá establecer una estructura.

Leonie Müller: La dirección seguirá siendo indispensable, pero se desarrollará cada vez más en dirección coaching y mentoring. Todo ello tiene lugar al mismo nivel, es recíproco y más personal que el rol de liderazgo clásico. De este modo es posible tomar decisiones en forma más razonable.

¿La nueva generación tiene una relación distinta con el liderazgo?

Markus Tomaschitz: La nueva generación posee una enorme seguridad en sí misma. Cuenta con una buena formación, establece altas exigencias y desea opinar. Me parece formidable. Se observa mucho potencial, una nueva politización de la juventud. Esta generación no da ningún motivo de preocupación. Por un lado, si no está satisfecha, está dispuesta al cambio. Por otro lado, representa un buen sismógrafo. Si algo no le satisface, se observa con mayor rapidez. Se articula mucho más rápido. Por ello, los departamentos de personal disponen de mejores indicadores prematuros con el fin de reaccionar más velozmente.

Christian Becskei: La nueva generación ha aprendido mucho más rápido a transmitir una respuesta y también a tomar una actitud crítica ante las cosas. Esto supone un aspecto muy incómodo para el personal directivo autoritario y conduce a desequilibrios en la empresa. Existen dos posibilidades: se continúa en la misma línea como hasta ahora, o se orienta la línea hacia el futuro. Lo primero se excluye como opción.

Christian Becskei, Head of Human Resources de KNAPP Systemintegration GmbH.

¿Cómo pueden las empresas atraer a los empleados del futuro?

Christian Becskei: El gran objetivo, también de las empresas, debe ser una actividad que aporte sentido y valor por sí misma. Algo que resulte atractivo para las personas. Deben brindarse visiones y compartirse con los empleados. Si una empresa logra transmitir estas “imágenes visionarias” y comunicarlas en forma auténtica, se convierte en un imán para nuevos empleados. Anteriormente, la seguridad y el aspecto financiero eran más importantes. El empleado del futuro es evidentemente más emancipado y visionario.

¿Cuál es su visión personal de un empleado del sector industrial en 15 a 20 años?

Christian Becskei: Deberíamos borrar la idea de “equilibrio entre la vida personal y profesional” de nuestro vocabulario. Personalmente siempre preferí “equilibrio en la vida”, pues el trabajo es parte de la vida. La visión se basa en una gran familia. En calidad de empleadores debemos mirar más allá de lo estrictamente necesario. Hay que preguntarse cuáles son las necesidades de nuestro personal. De qué manera podemos prestar ayuda y respaldo. Nuestra línea debe orientarse hacia un pensamiento integral. En este sentido, el teletrabajo, el trabajo desde casa, etc. son consecuencias lógicas. Los empleados deben desempeñar su trabajo cuando se encuentren en las mejores condiciones. Si ello no es compatible con el horario de oficina, no hay ningún obstáculo. Si un empleado, por ejemplo, necesita jugar al tenis con un amigo para recargar sus baterías, para conservar el equilibrio, es una visión que me agrada.

Pasemos al tema robótica: En 20 años, ¿asumirá el robot todos los puestos de trabajo menos agradables?

Christian Becskei:Desde hace varias generaciones construimos herramientas para facilitarnos la vida. No construimos robots que sustituyen al ser humano. Ellos nos facilitarán el trabajo y asumirán determinadas tareas.

¿Quiere decir que nos respaldan pero que el factor “persona” seguirá siendo importante?

Markus Tomaschitz: Sí y no. Existe una demanda de personal sobre todo en las áreas de creatividad, innovación, asistencia de enfermería y asistencia social. Así también, en áreas en las que se requiere respaldo psicológico, como por ejemplo la psicoterapia. La manera en que queremos ejecutar un trabajo es una decisión del personal directivo. En qué áreas se requiere a la persona, en qué áreas se requiere la interacción y en qué áreas se sustituirá a la persona por un robot o un algoritmo. Desde mi punto de vista, será en las áreas donde las máquinas pueden asumir las actividades manuales que exigen gran esfuerzo.

Leonie Müller: El ser humano continuará siendo siempre el ente más importante. El mundo laboral existe solo para él y solo mediante él. Lo fascinante es que también en la industria se exige cada vez más creatividad. En lugar de presionar solamente botones y manipular máquinas, los empleados pueden y deben contribuir con sus ideas.